19 d’abril 2013

Los dolores articulares y las cadenas musculares


  Por Montse Espert, terapeuta de Movimiento integral

Los dolores articulares y las patologías derivadas de ellos tienen una importante mejoría
cuando se realiza un trabajo global, teniendo en cuenta las cadenas musculares.  El
método de Movimiento Integral trabaja desde una perspectiva sistémica de la persona,
teniendo en cuenta que cualquier tensión, tanto física como emocional, afecta a la
musculatura y a la posición que se adopta.

Françoise Mèziéres creadora del concepto de cadenas musculares y del método
Mèziéres nos dice:
"Los músculos son los responsables de las deformaciones de los huesos y las articulaciones (a excepción de fracturas y malformaciones congénitas). Muchos problemas anatómicos se desencadenan por una falta de equilibrio antero-posterior y rigidez excesiva que no permite que el cuerpo tenga una actitud libre y natural".

Pondremos como ejemplo el caso de A, una mujer de 45 años de edad con mucho
dolor en la articulación del dedo grueso del pie izquierdo, la primera visita al
traumatólogo le da el siguiente diagnóstico: Pie con el mal de morton, (enfermedad de 
los pies caracterizada por un dolor súbito en el área metatarsiana) que le provoca  
tendinitis. Se deriva al ortopeda para que le realice unas plantillas.
El dolor continúa y va en aumento, ya no puede mover el dedo y la articulación está
muy inflamada. Realiza una segunda visita al traumatólogo con el siguiente diagnóstico: Hallux rigidus. Artrosis en esa articulación, aumentará con el tiempo.  Soluciones, primera opción intervención y limar. Segunda opción intervención y fijar la posición del dedo.

Antes de someterse a la intervención decide probar con el trabajo de Movimiento
integral. En la primera sesión la articulación está muy inflamada y no puede mover el
dedo grueso, la cadena muscular está acortada y los músculos directamente relacionados
se encuentran muy rígidos.
Se realizan las manipulaciones sobre los músculos acortados y tensos para devolverles su
funcionalidad y se trabaja sobre toda la cadena, pidiendo un trabajo de alargamiento
global. Al finalizar la sesión, la inflamación se ha reducido en un 90% y ya puede
realizar movimientos con el dedo.
En las siguientes sesiones se mantienen las mejorías y va recuperando su funcionalidad.

Si tenemos en cuenta que cualquier tensión tanto física como emocional afecta a la
musculatura y a la posición que se adopta, ampliamos el trabajo físico a las posibles
tensiones emocionales que pueden encontrarse dentro del dolor.
Los pies sostienen el cuerpo y realizan la marcha, cualquier dolor en los pies estará
relacionado en donde se está apoyando emocionalmente la persona y si este apoyo
permite o no avanzar.

A veces sucede que un dolor físico encierra unas tensiones emocionales, quizás no
conscientes, que solo pueden expresarse a través del dolor, y el tenerlo en cuenta
permite a la persona, no solo mejorar físicamente, también encontrar “un modo de
estar en el mundo “ sano y feliz.

Con estas reflexiones, continuamos el trabajo con A, que va pudiendo no solo apoyar
mejor su pie, sino también ir adecuando sus actitudes vitales para encontrar un sostén
más positivo en su vida.